Resignificación feminista de "La Virgencita de Wadalupe"
La Virgen María es la principal figura femenina sagrada reconocida social y eclesialmente. Popularmente la conocemos por su figura primero de virgen y luego de madre, tales cualidades son glorificadas, santificadas porque nos indican que antes de ella no hubo mujer alguna digna de ser receptáculo del mensaje de liberación; el ser merecedora de ser elegida para ser la Madre de Dios y del resto de la humanidad. Lo cual implica, en muchas ocasiones, que su identidad se reduce a esas dos únicas cualidades en su vida; ser virgen y ser madre. Parámetros que nos han marcado a todas las mujeres para deducir nuestro valor a partir de tales características. pero la virgen María, antes de ser "virgen" y madre, fue mujer, una mujer de fe que amó a Dios como nadie y tuvo una vida, libertad y agencia propia antes de ser reconocida como la madre de Dios. La manera en cómo nombramos y enunciamos a personajes de la divinidad es político, ¿por qué se le quedó el nombre de Virgen antes de Mad