De la idealización del trabajo precario
La idea de trabajo se piensa como un objetivo natural de vida, deseable y valioso en sí mismo, pero poco se analiza respecto a la naturaleza de éste en nuestras vidas, ¿cuál es su impacto psicológico?, ¿qué papel desempeña para la satisfacción de nuestras identidades personales?, ¿cuánto abona a nuestras aspiraciones morales? La principal justificación del trabajo parece razonable porque satisface nuestras necesidades biológicas de supervivencia, abona a la reproducción cultural de la vida en nuestro medio y da solvencia económica. Sin embargo, esta primera justificación tiende al encuadramiento del trabajo automatizado en el marco de la reproducción de la estructura económica hegemónica, sin prestar atención necesariamente a nuestras necesidades identitarias y su compatibilidad con dicha estructura. El trabajo “expresa el esfuerzo humano por regular sus relaciones con la naturaleza del tal modo que, transformándola, se constituye a sí mismo” [1] . Las relaciones que se cr